La geopolítica en consejos de administración

La turbulencia del escenario internacional y la interdependencia global requieren la inclusión del análisis geopolítico en la toma de decisiones empresarial.

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La seguridad es un componente fundamental para las organizaciones. Entender el contexto internacional ayuda a garantizar la sostenibilidad y la continuidad de negocio en un turbulento y complejo panorama.

Por este motivo, conviene entender las dinámicas globales, ya que éstas pueden impactar de manera directa en cualquier compañía del planeta, con independencia del sector o lugar geográfico en el que se encuentre.

 

Las empresas en el entorno globalizado

Las empresas desarrollan sus actividades en un entorno globalizado y cada vez más complejo, con numerosos actores que intervienen e interfieren en los intereses empresariales, llegando incluso a alterar la operatividad de las mismas y condicionando la continuidad de numerosos negocios. Al respecto, algunos de los principales datos reflejan que, si bien los consejos de administración dicen estar muy preparados para los pequeños desafíos, no se ven capaces de afrontar fuerzas a mayor escala, como las crisis económicas o la transición climática. 

Son variados los indicadores que muestran del mundo un lugar progresivamente más interconectado, como la aceleración tecnológica –con mayor frecuencia de desarrollo de nuevas tecnologías, ciclos de vida de productos más cortos y un incremento en la difusión de la innovación– o la fuerza comercial –con un 100% de incremento en las exportaciones como porcentaje del PIB a nivel global desde 1990–.

 

Desafíos y oportunidades para las organizaciones

En este contexto, desde el ámbito empresarial se hace cada vez más necesario conocer dicho entorno y los actores que forman parte del mismo, así como la interrelación que este tiene con el sector económico en el que desarrolle su actividad cada empresa. Por ello, la geopolítica juega un papel crucial para el ámbito empresarial desde diversas perspectivas.

Por un lado, los desafíos geopolíticos pueden anticiparse con un buen estudio del contexto situacional. Dicha anticipación, llevada a cabo por analistas de inteligencia especializados, minimiza los impactos que sobre cualquier organización podrían tener los eventos en esta materia que pudieran materializarse.

Con carácter general, conflictos armados, sanciones económicas, cambios en las políticas comerciales, evolución de política interna y fluctuaciones en los mercados de materias primas son variables de las que derivan algunos de los riesgos más destacados para empresas que dependen de factores geopolíticos. Además, los consumidores y los inversores exigen que las empresas tengan una postura clara en cuanto a sostenibilidad, derechos humanos y responsabilidad social. 

Los eventos geopolíticos, como conflictos armados o violaciones a los derechos humanos, pueden ejercer una presión considerable sobre las empresas para que adopten decisiones éticas. De este modo, comprender las dinámicas políticas y económicas mundiales permite a las empresas anticipar riesgos, aprovechar oportunidades y mantener su valor diferencial en el medio y largo plazo. 

La globalización ha propiciado que situaciones de carácter interno también repercutan internacionalmente. En este sentido, paros de transportistas, controladores aéreos o estibadores, por ejemplo, ocurridos por cuestiones nacionales en algún país influyen directamente sobre el suministro global.

Asimismo, las relaciones que mantienen las empresas con los gobiernos locales y los reguladores son fundamentales, pero estas relaciones están condicionadas por la geopolítica global. Empresas que operan en Estados con relaciones tensas con su país de origen pueden enfrentar obstáculos para acceder a recursos, obtener permisos o cumplir con regulaciones locales.

Por ello, la gestión del riesgo geopolítico facilita que desde los consejos de administración de empresas se influya sobre las propias amenazas que enfrenta la organización, convirtiéndolas en muchos casos en oportunidades por la pronta actuación sobre las mismas.

Por su parte, el conocimiento del entorno ofrece a las entidades una serie de oportunidades que, además de optimizar su ventaja competitiva, les permite posicionarse en nichos de mercado y relacionarse con los stakeholders más convenientes para la actividad empresarial. Por ejemplo, el conocimiento de la apertura de relaciones diplomáticas entre dos Estados por parte de una compañía propicia que esta desarrolle una nueva estrategia de inversión.

La detección de un incremento de las inversiones de determinadas empresas sobre un sector en un país concreto también dota de información a la organización sobre el devenir del mercado, posibilitando la expansión internacional de la misma.

Las dinámicas geopolíticas también afectan la competencia en sectores estratégicos como la tecnología, la energía y las telecomunicaciones. Los países pueden imponer barreras comerciales para proteger industrias clave o invertir en la innovación local para reducir su dependencia de otros países. Los consejos de administración necesitan estar atentos a cómo las políticas industriales de otros países pueden afectar su posición competitiva y deben ajustar sus estrategias de innovación y desarrollo para mantenerse competitivos en el mercado global.

 

Resiliencia para la supervivencia

En todo caso, la geopolítica juega un papel cada vez más relevante en la toma de decisiones estratégicas. Los consejos de administración de las empresas, encargados de guiar la dirección de la organización, deben integrar la geopolítica en su análisis para garantizar el éxito y la sostenibilidad a largo plazo.

La capacidad para anticipar y adaptarse a los cambios geopolíticos puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en un mercado global interconectado y cada vez más volátil. Integrar el análisis geopolítico en las decisiones estratégicas no solo permite mitigar riesgos, sino también aprovechar oportunidades en un mundo donde la política, la economía y las relaciones internacionales están más entrelazadas que nunca. Las empresas que logren comprender y gestionar adecuadamente los desafíos y las oportunidades geopolíticos e interrelacionarlas con su coyuntura sectorial estarán mejor posicionadas en el mercado global actual.

Por este motivo, los espacios de reflexión y análisis resultan más necesarios que nunca, ya que permiten identificar escenarios sobre los que trabajar: convertir los futuribles más deseados en el futuro más probable, sin caer en sesgos que distorsionen el análisis de la actualidad, como el largoplacismo o lo que algunos autores han denominado el error de los turistas de la geopolítica.